A lo largo de 13.000 años Patagonia estuvo ocupada por poblaciones cazadoras-recolectoras sumamente móviles, con diversificada movilidad territorial, residencial y logística. Las complejas y extensas redes sociales que constituyeron permitieron la circulación de bienes, personas e ideas, condicionando los procesos de etnogénesis y los mecanismos de fisión y fusión social. A fines del Holoceno, la naturaleza de los desplazamientos nómadas y nuevas formas de interacción social y contacto provocaron importantes transformaciones sociales y económicas que desembocaron en una mayor jerarquización social y territorialidad.