Riccoldo da Monte di Croce lector de Marcos de Toledo
Resumen
Entorno al 1210, Marcos de Toledo realizó la segunda traducción latina del Corán, a instancias del arzobispo de Toledo, Rodrigo Jiménez de Rada. Unos sesenta años antes, en 1142, Robert de Ketton –comisionado por el abad de Cluny, Pedro el Venerable- había realizado la primera traducción latina del Corán. Tradicionalmente se ha afirmado que la traducción de Robert de Ketton gozó de una difusión y de una aceptación mucho más amplia de la que tuvo la traducción de Marcos de Toledo, debido principalmente a su literalidad. El manuscrito árabe 384 de la Biblioteca Nacional de Francia supone un punto de inflexión para la trascendencia de la traducción del canónigo toledano. Este manuscrito presenta copiosas anotaciones marginales escritas en latín pertenencientes a dos manos diferentes. La autoría del grupo de glosas más abundantes ha sido atribuida al dominico florentino Riccoldo da Monte di Croce, y el contenido de las mismas ha revelado que el texto anotado por Riccoldo es copia literal de fragmentos de la traducción latina del Corán de Marcos de Toledo. En este artículo estudiamos la similitud y la calidad de estas anotaciones marginales y el uso que de ellas hizo Riccoldo da Monte di Croce para preparar su Contra Legem Saracenorum. Al mismo tiempo son prueba fehaciente de que la trascendencia de la traducción del toledano no ha sido tan limitada como se pensaba.
Palabras clave
Marcos de Toledo, Riccoldo da Monte di Croce, traducción latina del Corán, BNF ms. árabe 384.Publicado
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