Call for papers monográfico "Posteridad y difusión de lo fantástico en la literatura italiana del siglo XX" y sección miscelánea

16-12-2022

Se abre la convocatoria para la recepción de los artículos de las secciones “Monográfico” y “Miscelánea” de Brumal. Revista de Investigación sobre lo Fantástico / Brumal. Research Journal on the Fantastic.

Los investigadores que deseen contribuir en cualquiera de esas dos secciones pueden hacernos llegar sus artículos registrándose como autores en nuestra web. En el apartado Envios tendrán acceso las Normas de Presentación de originales.

Monográfico: "Posteridad y difusión de lo fantástico en la literatura italiana del siglo XX", coord. por

Beatrice Laghezza y Stefano Lazzarin.

Plazo: 15 de junio de 2023

Ha pasado un cuarto de siglo desde que Remo Ceserani, en un libro (1996) que marca una fecha importante en el debate italiano sobre lo fantástico, introdujera dos categorías que poseían una indudable utilidad hermenéutica: el “modo” y la “fantasetización”. La del “modo fantástico” es una pequeña revolución que Ceserani ya había lanzado en un importante artículo publicado a mediados de los años ochenta (1983). Para evitar los excesos teóricos de sus predecesores –sobre todo de Tzvetan Todorov (1970), que había restringido el canon de lo “puramente fantástico” hasta la improbabilidad («[s]i un cuento fantástico es una historia en la que la vacilación entre la explicación racional y la sobrenatural se mantiene en la última página», observa ingeniosamente Jacques Finné, «la literatura universal no tiene suficientes de ellos para formar un género», 1980: 31)–, Ceserani propuso considerar lo fantástico no como un género literario, sino como un modo: es decir, una categoría más amplia y flexible, con límites menos rígidos que los del género porque está menos codificada que éste. En resumen, lo fantástico tendría el mismo estatuto que lo cómico, lo trágico, lo patético o lo elegíaco; el modo asumiría entonces diversas formas de género: así, por ejemplo, podríamos hablar de novela fantástica, de cuento fantástico, de balada fantástica, e incluso de sinfonía fantástica (el músico francés Hector Berlioz escribió una, la Sinfonía fantástica de 1830); en todos estos casos, el sustantivo indica la determinación del género, el adjetivo la determinación modal. En cuanto a la “fantasetización”, Ceserani acuñó esta categoría inspirándose en la “romantización” investigada por Bajtin: en el siglo XIX lo fantástico se encontraría, en relación con otros géneros y modos literarios, en una posición hegemónica, similar a la «dominación de la novela sobre todas las demás formas literarias en el mundo moderno, a partir del siglo XVIII», de la que habla el gran erudito ruso (1996: 101); el prodigioso éxito que conoció el récit fantastique dio lugar a un fenómeno de hibridación en los géneros no fantásticos, por el que obras pertenecientes, por ejemplo, al modo mimético-realista toman elementos –temas, formas, estructuras– propios de la literatura fantástica.

Ahora, las dos categorías ceseranianas se encuentran radicalmente reformuladas en un libro reciente, uno de los raros libros que, en los últimos veinte o treinta años, han hecho avanzar realmente la teoría de lo fantástico: Il lato oscuro delle cose. Archeologia del fantastico e dei suoi oggetti (2020), de Ezio Puglia. El autor de este volumen da un nuevo sentido a la primera categoría de Ceserani: el modo es la posteridad del género. Después de haber «estado en boga durante algo más de medio siglo» –época del florecimiento del género histórico–, lo fantástico comenzaría «a descomponerse, a desmoronarse»: en el siglo XX se extendería «hacia la periferia de un sistema literario dominado por los modelos anglo-franceses», invadiendo toda la literatura mundial y diseminándose simultáneamente, en forma de «fragmentos dispersos», por todo el sistema literario (227). Este fenómeno, que Puglia define como «transcoloración del género al modo», permite seguir «hablando de un fantástico después de la crisis de finales del siglo XIX: lo fantástico del siglo XX debe ponerse en relación con la desintegración y diseminación del género histórico» (228). Si Ceserani insistía, pues, en el origen de la literatura fantástica a finales del siglo XVIII, subrayando cómo «[l]os elementos y actitudes del modo fantástico, desde que se puso a disposición de la comunicación literaria, se encuentran con gran facilidad en obras de estructura mimético-realista, ficcional, patético-sentimental, de cuento de hadas, cómico-carnavalesca, etc.» (1996: 11), para Puglia lo fantástico se origina como género histórico y sólo cuando «el género se agota y se transforma en algo distinto de sí mismo» adquiere los rasgos reconocibles de un modo literario (2020: 228). Este desplazamiento hacia adelante en la periodización del modo –desde el punto de inflexión histórico de finales del siglo XVIII-principios del XIX, en el que insistía Ceserani, hasta la fractura también epocal que separa el siglo XIX del XX–, lleva a Puglia a vincular estrechamente la noción de “modo” al fenómeno de la “fantasetización”: y nos encontramos en la segunda categoría aludida anteriormente. Puglia retoma el análisis de Ceserani, pero de nuevo lo desplaza aguas abajo, tras el fin del género histórico y la difusión o desmoronamiento antes mencionados: «en un siglo que no cree en los espectros, los espectros no se disuelven sino que se introducen en contextos inesperados manifestando su presencia en el lenguaje y el pensamiento, su capacidad (…) de coagular y manifestar ese lado oscuro de las cosas en el que el yo capta la revelación, a la que nuestro tiempo ha devuelto extraordinaria y candente actualidad, de su propia impotencia y vulnerabilidad frente al mundo que querría dominar, de la inconsistencia final de cualquier pretendida soberanía del sujeto sobre los objetos que lo rodean y acaban por arrollarlo» (289). Así, la “fantasetización” de Ceserani se convierte en Puglia en la piedra angular de una nueva interpretación de la relación entre la tradición de los siglos XIX y XX: una de las cruces, quizá la más problemática, de la discusión teórica en torno a la literatura fantástica.

Cabe preguntarse cómo están las cosas en la literatura italiana: ¿es cierto que, como sostiene Ceserani, lo fantástico «ha operado (…) una fuerte reconversión del imaginario» y «ha proporcionado nuevas estrategias de representación (…) también en otros modos y géneros literarios» (1996: 112)? ¿Es posible observar también en Italia el cambio de estatus que Puglia denomina «transcoloración del género al modo» (2020: 228)? Y si es así, ¿qué formas adopta este fenómeno? El número de Brumal. Revista de investigación sobre lo fantástico editado por nosotros pretende poner a prueba las sugerentes hipótesis antes esbozadas, con dos decisivas limitaciones de campo. La primera: centraremos la investigación en el siglo XX, periodo en el que, según Puglia, asistimos a la invasiva, irresistible difusión y propagación de lo fantástico en todos los demás modos, géneros, discursos. En segundo lugar, la investigación no se centrará en los autores fantásticos propiamente dichos, sino sólo en los fantaseados; en otras palabras, el corpus no se compondrá de cuentos y novelas fantásticos “puros” o “canónicos”, ni siquiera de los más conocidos, ni tampoco de los autores italianos más a menudo etiquetados como “fantásticos” (por ejemplo, Buzzati, Landolfi, etc.), sino más bien por escritores que deambulan en las proximidades de lo fantástico y por textos que, sin ser fantásticos, recurren a los procedimientos –estructuras narrativas, efectos estilísticos, temas típicos– más frecuentemente empleados por los escritores fantásticos.

A continuación, proponemos algunos ejemplos de autores y obras, y líneas temáticas, que en nuestra opinión pueden garantizar, si se estudian en la clave indicada, interesantes descubrimientos; huelga decir que la lista no es en absoluto exhaustiva. Precisamos que el número monográfico que publique la revista se centrará en un corpus estrictamente del siglo XX: invitamos a los interesados a orientar su propuesta en este sentido.

Algunos autores y algunas obras para el corpus de investigación:

  • Luigi Pirandello, Il fu Mattia Pascal (1904): un texto ciertamente no fantástico, en el que, sin embargo, hay un acontecimiento inexplicable –el famoso puño sobre la mesa con el que concluye la sesión de espiritismo del cap. XIV– y en el que, sobre todo, los más variados “factores de fantasetización”.
  • Federigo Tozzi, Bestie (1917) y Con gli occhi chiusi (1919): apariciones enigmáticas y afloramientos de lo siniestro.
  • Italo Svevo, La coscienza di Zeno (1923): donde –siguiendo un topos de la literatura italiana entre los dos siglos – aparece otra sesión de espiritismo inconclusa, incluso farsesca, que sin embargo produce efectos innegablemente fantásticos en la sección circundante del capítulo 5 de la novela.
  • Riccardo Bacchelli, Lo sa il tonno (1923): el inclasificable divertissement –entre lo fabuloso, lo surrealista, lo grotesco y lo francamente fantástico– del escritor tradicionalmente contado entre los principales autores de novela histórica del siglo XX.
  • Elio Vittorini, Conversazione in Sicilia (1941), pero también Uomini e no (1945): obras tradicionalmente adscritas al neorrealismo literario, pero que regurgitan apariciones fantasmales y sombras espectrales.
  • Curzio Malaparte, Kaputt (1944) y La pelle (1949): sobrenatural, fantasetización y literatura bélica.
  • Goffredo Parise, La grande vacanza (1953): un viaje al inconsciente de gran parte de la literatura fantástica y de aventuras de los siglos XIX y XX.
  • El renacimiento del fantastique social de Pierre Mac Orlan en el teatro de Beniamino Joppolo, por ejemplo en Una curiosa famiglia (1955) e I microzoi (1958-1959).
  • Italo Calvino, Gli avanguardisti a Mentone (1953): el aspecto de las cosas en la ciudad desierta invadida por los avanguardisti.
  • Leonardo Sciascia, Le parrocchie di Regalpetra (1956): ¿tiene alguna importancia el hecho de que en la primera página del primer libro de Sciascia –cuyas obras pertenecen, en opinión unánime y no injustificada, al ámbito mimético-realista– aceche un fantasma, como en el incipit del Manifiesto del Partido Comunista? («la sombra del ministro del Carretto (…) [allí] se mueve como un espectro familiar en un castillo de Escocia»: 2000: 9).
  • Procesos de fantasetización en la sección ambientada en la Casa Roja de Staryje Doroghi, en La tregua de Primo Levi (1963).
  • L’arte della gioia (1967-1976, publicado en 1998) de Goliarda Sapienza: en la primera parte del libro, la autora utiliza módulos narrativos típicos de la novela gótica y los hibrida con los topoi más característicos de la novela romántica y la novela sentimental.
  • El «panorama de fantasmas» de la Roma ocupada por los alemanes en La Storia de Elsa Morante (1974; la cita es de Morante, 1988-1990: II, 638).
  • Las apariciones espectrales del poder en las obras de Pier Paolo Pasolini, desde Scritti corsari (1975) y La Divina Mimesis (1975) hasta Lettere luterane (1976) y Petrolio (1992).
  • El mundo vacío de presencia humana pero lleno de mercancías y símbolos del capital en Dissipatio H.G. (1977) de Guido Morselli.
  • La reutilización de estereotipos góticos y fantásticos en las novelas de Carlo Fruttero & Franco Lucentini, en particular la paradigmática A che punto è la notte (1979).
  • Los espectros de Münster en Q (1999) de Luther Blissett (y, más en general, los factores de fantasetización en lo New Italian Epic).

Algunos modos, géneros, discursos de la fantasetización:

  • Efectos de fantasetización producidos por la difusión de la psicología experimental (Ribot, Janet, Binet) en la literatura de principios del siglo XX.
  • Presencia y significado de lo sobrenatural en los testimonios de la Gran Guerra.
  • Fantasetización y relato histó
  • Ejemplos de fantasetización en la literatura en verso: si Todorov, en el capítulo IV de su célebre introducción a la literatura fantástica (1970), había postulado la incompatibilidad irremediable entre lo fantástico y la poesía, nos parece que esta última es, en cambio, uno de los ámbitos de elección de la fantasetización.
  • Topoi de lo fantástico en la literatura de viajes (reportajes, diarios, cuadernos, etc.).
  • Fantasetización, biografía, autobiografía.
  • Metáforas de lo sobrenatural y lo espectral en el discurso de humanidades.
  • Fantasetización del género policíaco.

Bibliografía

Ceserani, Remo (1983): Le radici storiche di un modo narrativo, in Remo Ceserani et alii, La narrazione fantastica, Nistri-Lischi, Pisa, pp. 7-36.

Ceserani, Remo (1996): Il fantastico, il Mulino, Bologna.

Finné, Jacques (1980): La littérature fantastique. Essai sur l’organisation surnaturelle, Éditions de l’Université de Bruxelles, Bruxelles.

Morante, Elsa (1988-1990): Opere, 2 voll., eds. Carlo Cecchi y Cesare Garboli, Mondadori, Milano.

Puglia, Ezio (2020): Il lato oscuro delle cose. Archeologia del fantastico e dei suoi oggetti, epílogo de Angelo M. Mangini, Mucchi, Modena.

Sciascia, Leonardo (2000): Opere 1956-1971, editado por Claude Ambroise, Bompiani, Milano.

Tzvetan, Todorov (1970): Introduction à la littérature fantastique, Éditions du Seuil, Paris.

 

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